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En 1960 fue construido este pedazo de cine de barrio que tenía su entrada principal por la Avenida de Campanar, 8, contando también con puertas accesorias recayentes a la entonces Avenida de Onésimo Redondo. La Constructora de Viviendas Soler, S. A., era la empresa propietaria y la que llevó a cargo las obras bajo la dirección del arquitecto Pascual Genovés Tarín. El recinto estaba ubicado en el patio interior de una manzana de pisos que hacía esquina entre las dos avenidas, por tanto la forma del cine era casi triangular, pero teniendo en cuenta que por el lado más estrecho la pantalla tenía una superficie de 71,50 m2 y un vestíbulo detrás que se comunicaba por los pasillos laterales con otro gran vestíbulo con bar existente en la parte más ancha. Los accesos de entrada y salida por las dos avenidas cruzaban el local por su mitad. Al gran patio de butacas, con la pendiente adecuada para mejor visión general, se podía acceder a través de las 15 puertas que lo rodeaban con un perímetro total de 874,52 m2, estando formado por 30 filas de butacas con aforo para 1.344 localidades. El cine ofrecía programa doble y acabó con triple, teniendo una notable aceptación en una zona bastante saturada de salas. He aquí su programa de la semana del 18 al 24 de diciembre de 1967; `El hombre de Río` y `Los Palomos`. En 1974 cobraba 17 pesetas los laborables y 25 los festivos y las películas que proyectaba el día 15 de junio eran: `Los cuatro dedos de la furia` y `Un casto varón español`. La crisis del sector le hizo cerrar en 1981, pero pronto el local sería arrendado para otro negocio que estaba mucho más en boga; un bingo que conservó el nombre del cine y que se mantendría hasta 2011. Ofrecemos fotos de éste. A falta de pan buenas son tortas.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa