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El proyecto del edificio databa de 1950 y se debió a José Manuel González Valcárcel por encargo de los industriales toledanos, los hermanos Juan y Eugenio Galiano asociados a Ernesto Pérez Díaz. El local ubicado en Cuesta de Carlos V tenía un aforo de 800 localidades en el patio de butacas y 400 en el entresuelo. El día 2 de febrero de 1952 se abría al público el reluciente Teatro-Cine Alcázar con la zarzuela "El canastillo de fresas", de Jacinto Guerrero. Un par de días después, tras el prescriptivo Nodo y otros complementos, se proyectó la primera película: "El destino de Juana Morel". El local infundía esplendor que acentuaba la uniformada indumentaria de los empleados con sus borlones y gorras de plato. Durante 20 años y 8 meses en este elegante local recalaron los estrenos que semanalmente llegaban a Toledo -eso sí, después de varios meses de su première en Madrid o Barcelona- con vistosas carteleras e, incluso, paneles silueteados en el vestíbulo, y en la pantalla del Alcázar crecían aún más las rutilantes películas de Hollywood. En 1969, en los sótanos se instaló una discoteca.

Cerró el domingo 30 de septiembre de 1973, tras la proyección de la película "El Violinista en el tejado". La última función de teatro ocurrió diez dás antes con la representación de la revista "Tu novia es mi mujer", a cargo de Juanito Navarro, Ingrid Garbo y Rafaela Aparicio. El edificio pasó a depender de un banco del grupo Rumasa y pronto fue pasto de la piqueta. En el lugar fue levantado un edificio acorde con el que había antes y que resaltara. Véase foto en color. 

(Utoría del artículo, D. Rafael del Cerro en ABC, 21-9-2015)

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa