SAN SEBASTIÁN (Guipúzcoa) - SALÓN NOVEDADES

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El más antiguo de los cines pequeños fue el Novedades, en el nº 34 de la calle Garibay, creado en origen como Salón de Actos del periódico El Pueblo Vasco. El cine, cuyo proyecto fue realizado por el arquitecto Luis Elizalde, el mismo que diseñó los jardines de Ondarreta, el edificio del actual Centro Cultural Koldo Mitxelena y el de las antiguas Escuelas Francesas en el paseo de Francia, fue inaugurado el 25 de diciembre de 1912 con el firme propósito de «contribuir a la cultura, al esparcimiento del espíritu con todo género de fiestas cultas, sanas y absolutamente limpias». Cierto es que incluir películas en la jornada inaugural no fue bien visto «por todo el mundo», en un momento en el que «el reinado de peli» conllevaba al pecado y auguraba épocas de gran inmoralidad en contraposición con el casto teatro, motivo por el que la empresa se vio en la necesidad de aclarar que «si empezamos con proyecciones cinematográficas es rindiendo homenaje al gusto que hoy impera en materia de espectáculos... pero podemos asegurar que todo aquello que se ofrezca en el Salón podrá ser visto y oído por las personas más exigentes en escrúpulos de moral, porque nadie encontrará cosa alguna que no se ajuste a la higiene espiritual».

Así las cosas, en la primera jornada se proyectó un documental de la Revista Pathé con escenas de la llegada del ferrocarril de San Sebastián a la frontera, inaugurado unos pocos días antes, y las películas El deber, Bartolomé hace el nene, Liberación de Lucknow y La familia Gutiérrez veraneando.

 

Durante la República el cine pasó a ser regido por un grupo de padres de familia pertenecientes al Círculo de San Ignacio, creándose en 1934 la Sociedad Cinematográfica Guipuzcoana S.A. que nueve años más tarde acordó derribar el edificio y construir el actual de acuerdo con los planos de los arquitectos José Antonio Domínguez y Eugenio Aguinaga. La reapertura de la sala tuvo lugar el 5 de octubre de 1945 con el estreno de la película Guadalcanal, de Richard Travaski, y la programación siguió siendo «hasta el fin de sus días» eminentemente familiar y ajustada a los principios fijados por sus primitivos fundadores, aunque también se proyectaron películas «para mayores de 18 años» como lo fue la que clausuró la sala el 31 de enero de 1979: Siete hombres al amanecer.

(Fuente información: Diario Vasco)

Colaborador: Paco Moncho