Más imágenes

En la calle Ricardo Cabañero, frente a la clausurada sucursal de CCM, estaba el cine Calatrava, que también contaba con otro de verano con idéntico nombre en la calle Goya, donde está edificado hoy el Edificio de Hacienda. Disponía de un amplio vestíbulo que se llenaba del humo de los cigarrillos en los intervalos entre películas de los programas dobles. En la cabina tenía instalado un proyector marca Supersond Universal 80 de bobina simple. Luego funcionó como pista de patinaje durante un breve periodo. Otro recuerdo infantil: un niño se dispone a entrar a la sala acompañado por su hermano pequeño, convencido de que éste tendrá acceso gratuito. Se equivoca, el portero dice que necesita abonar la entrada. Ante el imprevisto, el mayor pide a su hermano que regrese a casa. Cuando ocupa su asiento (¿patio de butacas o anfiteatro?) nota una inquietud que le obliga a salir del cine, previo permiso del portero, alcanzar a su hermano antes de llegar a casa, comprar su entrada y acceder con él. (Fuente: Web La Voz de Puertollano, Eduardo Egido Sánchez)

 

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa