PETRER (Alicante) - CINE TEATRO CERVANTES (después Teatro Municipal)

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Otro cine emblemático que ha supervivido tras ser rescatado por el Ayuntamiento de su localidad. Los inicios de su historia los hemos conocido a través de Petreraldia.com. La fecha posible de construcción del edificio se sitúa entre 1880-1890. Se dice que rivalizaba con otro teatro situado en la misma calle y al que por su situación se le denominaba el Teatre de Baix mientras que al Cervantes se le conocía también por el Teatre de Dalt. El primero desaparece en 1906 y hasta que en 1920 se inaugura el Gran Cinema (a excepción de las proyecciones de verano esporádicas), el Cervantes no tuvo competencia. Más tarde, como todos recordarán, la demanda hizo que se instalasen y funcionasen hasta un total de ocho cines a pleno rendimiento: Cervantes, Cinema, Avenida, Pax, Regio,Aguado, Goya y Capri. Todos los datos apuntan que Gabriel Payá fue quien mandó construir este teatro, siendo su hija, Dolores Payá Payá, quien, en fecha 18-12-1932, lo vende a D. José Sala Sala, de Novelda. El Teatro, el solar anexo y el huertecillo, se vendieron por 5.500 pesetas. Este último se convertiría, en la época dorada del cine, en el Avenida. Cuentan que precisamente el padre de Dolores era el encargado de narrar las películas del cine mudo. Enrique Payá era acompañado algunas veces por la pianola que el Vermellet, todavía un niño, hacía funcionar. El sonoro revolucionó el panorama cinematográfico, pero las salas no se dedicaron exclusivamente a la proyección de películas. Géneros como el vodevil tuvieron cabida dentro de sus programaciones y artistas como Maruja de Castro (recordada por sus desnudos), trabajó en nuestra población. Tras el paréntesis de la guerra, en el que paradójicamente, hay quien afirma haber ido al cine (Centro y Cervantes), la escasez hace del séptimo arte un negocio floreciente en el que las colas en las taquillas serpenteaban en una calle (Gabriel Payá) apenas transitada. La sesión era continua desde las cuatro de la tarde hasta la una dela madrugada; generalmente, se pasaban dos películas y la gente repetía. Se llegó a proyectar cine todos los días y en la puerta se instalaban las paradas en donde se vendían les pipes, les faves i els torrats, que la gente acompañaba de bocadillos y meriendas hasta que la empresa prohibió su consumo en el interior por razones de higiene. A la largo de su vida el teatro ha sufrido diferentes transformaciones; una importante tuvo lugar en esta época de esplendor cinematográfico en que fue suprimida su estructura interior en forma de herradura con la desaparición de palcos y ampliación del anfiteatro, subiendo su aforo hasta las 1.000 butacas. En 1984 el cine seguía abierto, pero ya estaba en franca decadencia. Es el momento que el Ayuntamiento de Petrel lo adquiere a su propietario y decide rehabilitarlo por fases con cierres temporales. Primero potencia el escenario, más tarde arregla la cubierta, después cambia el patio de butacas y le da inclinación, etc. La última remodelación llevada a cabo fue el vestíbulo y la nueva fachada. El aforo actual se ha reducido a 451 butacas de platea y 235 de anfiteatro. Se opta por suprimir el cine ante la proliferación de multisalas comerciales cercanas y el viejo proyector queda expuesto en la Casa de Cultura anexa, lugar que ocupaba antes el Cine Avenida. Actualmente el Cervantes cuenta con unas modernas instalaciones y es el principal edificio cultural y con mayor aforo. En su sala se vienen celebrando diversos eventos, además de obras de teatro, musicales y conciertos.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa