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En 1880, época de gran auge para esta ciudad, se comenzaron las obras para la construcción del Teatro Calderón de la Barca debido a una iniciativa privada, siendo inaugurado al año siguiente. De estilo italiano y decoración neoclásica consta el interior de un patio de butacas y de tres pisos con plateas, palcos y cazuelas, a los que se accede por un estrecho pasillo de muros curvos siguiendo el trazado oval de la sala. En 1905, llegó el cinematógrafo a Motril, instalándose una de estas máquinas en el Calderón. Su éxito fue extraordinario, planteándose cierta competencia empresarial entre los gerentes de este teatro y los del Teatro Principal; problema que se repetirá posteriormente con otros edificios, como el Cinema Sexis, entre 1914 y 1929, y el Coliseo Viñas, desde 1931 en adelante. A partir de 1932 se inicia en el Teatro Calderón la andadura del cine sonoro. Tras el compás que supuso la Guerra Civil, el teatro reabrió sus puertas en 1940 en régimen de arrendamiento por parte de la sociedad Centro Cultural Recreativo, y que aún hoy continúa en vigor. Esta agrupación firmó diferentes contratos de explotación del local, como sala de espectáculos, teatro y cine, primero con la Administración Local de Bienes Incautados, y, desde 1941 con los hermanos Cervera, a quienes perteneció el edificio hasta 1953, fecha en que fue vendido a Esteban Viñas Dinelli, manteniendo la explotación de la sala hasta su cierre siendo utilizado como cine, teatro, variedades, actuaciones de artistas, Juegos Florales de 1957 y 1960 y grupos dramáticos locales. El teatro ha experimentado sucesivas remodelaciones relacionada con la variedad de usos y funciones a que fue destinado. Cerrado al público desde 1971, el edificio quedó en estado de abandono, aunque algunas de sus dependencias fueron ocupadas por diversas asociaciones. En 1982 obtuvo la declaración de monumento de interés local y dos años después, el plenario de la Corporación Municipal acordó la adquisición del teatro lo que era condición indispensable para acogerse al Programa de Rehabilitación de Teatros en Andalucía. En 1988, y dado su mal estado, se llevó a cabo un profundo proyecto de rehabilitación para adecuar el edificio a las exigencias de utilización de la época, además de dotarlo del equipamiento escénico y técnico necesario para acoger espectáculos actuales. Las obras se terminaron en 1995 siendo el coste final de 2.850.000 €. Ha quedado un local espléndido con aforo de 350 butacas.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa