MASSARROJOS (Valencia) - CINE SALÓN PARROQUIAL
“En mi pueblo hay un cine”, se titulaba el trabajo ganador del concurso “Historia de la Cinematografía” convocado por el Ministerio de Educación y Cultura en 2013, que fue presentado por Ethel Roca Ferrer, una niña de 11 años natural de la pedanía valenciana de Massarrojos, con quien colaboraron familiares y tutores escolares.
Como precursores de la idea de construir un cine en este poblado aparecen dos personas: Don José Estellés Caballer, nombrado cura párroco de la Iglesia de la Asunción de Massarrojos en 1952 y en donde permaneció hasta 1957, y don Vicente Durán, un vecino muy implicado. Ambos decidieron comprar un proyector portátil que tenía don Juan Senent Ibáñez, vecino de Valencia y que veraneaba en Massarrojos, y con el que se veían documentales en la plaza del pueblo.
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En 1953 el germen para construir un salón de cine digno, con frontón anexo, ya estaba ahí, pero fue Don José, el cura, el que supo aunar esfuerzos entre las mil y pico personas que habitaban el poblado comenzando por la adquisición de los terrenos al tío Blanco, en término de Moncada, al precio de dos pesetas por palmo. El arquitecto fue Don Víctor Bueso y desde un principio el proyecto estuvo regido por la Junta Parroquial del Cine. Las obras duraron año y medio y la apertura tuvo lugar en junio de 1954, con aforo resultante de 432 asientos de madera. Las películas del estreno fueron, “Bill, qué grande eres”, de John Ford, y “Las campanas de Santa María” que fueron proyectadas por el moderno aparato marca “OSSA”, 60, que costó unas 125.000 pesetas. Las peliculas eran exhibidas en sesión continua durante el fin de semana; “Marcelino, pan y vino” dejó un grato recuerdo al igual que “La Violetera” o “Vacaciones en Roma”, aunque las más taquilleras fueron las de Marisol y Joselito que llegaron a recaudar más de 8.000 pesetas cada una. La última vez que se iluminó su gran pantalla fue en 1987 con el film “Loca Academia de Policía”. El edificio propiedad del arzobispado, permaneció cerrado y la falta de mantenimiento le pasó factura perjudicando su estructura. En 1996 la Sociedad Musical de Massarrojos solicitó realizar sus actividades en este local teniendo que ser rehabilitado por iniciativa del nuevo párroco Don José Vidal. El cine es muy estimado por la gente del poblado y es de los pocos que contraviniendo el título del libro no ha sido olvidado por ser símbolo del movimiento vecinal que lo hizo posible. El veterano cine, que sigue acogiendo algunas proyecciones, se ha convertido ahora en salón para eventos.
Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa