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El edificio del Teatro Principal tardó nueve años en construirse en la Plaza de La Paz y costó 400.000 pesetas, con aforo de 1.239 localidades. Arquitecto Godofredo Ros de Usinos. Fue inaugurado el 8 de febrero de 1894 con la representación de “El Ángel Guardián”. Promotor y empresario Rafael Barnabeu, desde 1939 fue el Sr. Dávalos Masip quien permaneció al frente, y en el período 1978-2008, el gerente Armando Alegre logró que todas las obras y espectáculos que se estrenaban en Madrid pasaran por el Teatro Principal que se convirtió en uno de los emblemas de la capital de provincia. En el siglo XXI la propiedad es pública: Generalitat Valenciana. Antonio Gascó, cronista oficial de Castellón, apunta que este teatro es el gran referente cultural del siglo XX. «Lo es por la gran y variadísima actividad cultural que ha albergado. Ópera, comedia, drama, revista, espectáculos de variedades, cinematógrafo, conciertos de música y hasta combates de boxeo, además de una infinidad de actividades culturales de carácter local». Sin embargo en esta ocasión, y por razones de espacio, vamos a describir solamente su faceta cinematográfica. 

El 10 de diciembre de 1896, el cine llegó a Castellón, dos meses después que en Valencia, y lo hizo en el recién inaugurado Teatro Principal donde se acogieron las primeras proyecciones, aunque no sin dificultades dado que la ciudad todavía no disponía de luz eléctrica. Ese día, una vez finalizada una función patriótica, se colocó el proyector manual y utilizando la llamada luz Drummond (llama de calcio) se pasaron diversas películas cortas cuyos títulos fueron: “Baños de Playa”, “Baile en el jardín de París”, “Una disputa acalorada dentro de un cofre”, y otras muchas. La sesión fue decepcionante ya que los cuadros se veían muy oscuros. Solucionados los problemas de luz, en abril de 1897 el señor Galindo, de la empresa Eliseo Exprés, daba funciones de cinematógrafo y fonógrafo, esta vez con relativo éxito. He aquí algunas de las películas, de 25 o 30 metros, que proyectó: “Llegada de un transatlántico al puerto de Tolón”, “Entrada de los Zares de Rusia en París”, “Un episodio de la guerra de Filipinas”, “La danza serpentina” (coloreada), etc.

En el Teatro Principal a partir de esta fecha se programaban en primera sesión películas primero y después teatro, zarzuelas, cante, óperas o se compaginaban las dos cosas. En 1902 fue Joaquin Nebot Franch quien fue autorizado para dar sesiones de cinematógrafo y fonógrafo. En 1906, la empresa encargó el montaje de un cinematógrafo a la casa Fuster y Alicar de Barcelona. En 1908 don Miguel Peña, dueño del Cinematógrafo Ribalta, arrendó por un año el Teatro Principal para varietés y cine.

El cine se establecería en Castellón de manera permanente una década después. Los barracones provisionales instalados con motivo de festividades como “La Magdalena” fueron sustituidos por locales fijos destinados a la proyección cinematográfica. De esta forma, se atribuye la condición de primer cine de la ciudad al Cinematógrafo Castelar, inaugurado el 6-10-1907. El salón cerró tan solo cuatro meses después, en febrero de 1908. Ese mismo año, el cine de verano de la plaza de la Independencia, abierto en 1906, se convirtió en cine permanente y en el mes de julio abrió el Cine Ribalta.

El 17-2-1908, se dieron las últimas películas en Castellón en los casos que el local no reuniera condiciones. El Gobernador civil, cumpliendo un Real Decreto, exigió medidas de seguridad en los locales donde se diesen sesiones de cinematógrafo, ordenando el cierre del Cine Castelar, el Teatro Principal y un barracón de feria. En 1910, el Principal instaló una máquina Gaumont y proyectaba películas de la productora Pathè. En1911 instalaron una máquina Pathè “sin oscilaciones”, también ese año se colocó una dinamo para producir corriente para el arco voltaico de la linterna de proyección, dicha dinamo se usaba en años posteriores, años 50, 60 y 70, para los reflectores de los espectáculos musicales. En 1915 se inauguró un nuevo cuadro de proyecciones.

En 1923 la empresa había introducido importantes reformas en los aparatos proyectores. El 17 septiembre 1932 se instaló un equipo Philips Sonor, y una modificación muy importante fue instalar la nueva cabina de proyección en el pasillo del segundo piso, tras la tercera fila del anfiteatro, en el centro de la sala; de este modo desapareció el “antiestético armatoste de la cabina, que anteriormente estaba colocada en un lateral del patio de butacas”. El nuevo equipo proyector Philips Sonor era naturalmente sonoro. En Castellón, el encargado de introducir el sonoro fue el Salón Goya en 1930, con un aforo de 885 butacas. A partir de 1915 el cine silente con películas de una hora, títulos intercalados y buenos argumentos, fue un revulsivo para el público en detrimento del teatro. El cine sonoro constituyo un boom que revolucionó las formas de ocio. A partir del 12-9-1936 el teatro fue incautado por el Frente Popular pasando a llamase MUNICIPAL en vez de Principal. Permanecería abierto durante toda la guerra civil y parece ser que no programó cine, sino mítines, comedia valenciana y varietés.

Fuente: 1/ Teatros y Cines de Castellón 100 años de Historia. Trabajo de investigación UJI. Estudiante: Ángel Navarro. 2/ Periódicos de la época.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa