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El cine Rialto fue construido de nueva planta sobre el solar que había dejado el Cine Ideal, antes llamado Doré y en 1918, La Paz, de triste recuerdo por la tragedia ocurrida aquel año en su interior, falsa alarma de incendio y consiguiente pánico y estampida, lo que ocasionó la muerte de 21 niños y 1 soldado que intentó salvar vidas. El nuevo salón, ubicado en la calle Asensi esquina calle Herrero, fue inaugurado el 14-9-1944, con la película “Andrés Harvey tenorio”, título que constituía un éxito de la serie que tanta popularidad había alcanzado, protagonizada por Mickey Rooney. El empresario era el Sr. Dávalos Masip que en el sector de la exhibición a partir de los años cuarenta gozó de un elevado estatus en Castellón. Tal como cuenta el “Diccionario del Audiovisual Valenciano”, en 1938, coincidiendo con la entrada de las tropas franquistas en la ciudad, la empresa de Salvador Dávalos Masip comenzó a concentrar la gestión de las principales salas; Salón Actualidades, Teatro Principal, y las tres salas del progresista señor Renau: Salón Romea, Cine Ideal y Salón Goya, después llegarían otras. En 1939 funda Espectáculos Empresa Savoy, a partir de 1947 Empresa de Espectáculo S. Dávalos Masip y se une a la empresa de Juan Vicent Belsa (Cines S.L.). Bajo el nombre de Esyde (Espectáculos y Deportes), ambos aglutinarían prácticamente todas las salas de espectáculos de la ciudad. Más tarde abrirían el cine Saboya. El Cine Rialto programaba buenos estrenos, con el NO-DO y algún complemento. En la época dorada mantenía en cartel la misma película toda la semana con funciones de tarde y noche. La gente era cinéfila y no tenía otros divertimentos. La implantación de la TV en los hogares, a finales de los 60´s, comenzó a cambiar los hábitos, y, no digamos con la comercialización del vídeo en 1980... Al final el Rialto se dedicó a programar películas de las clasificadas “S”, aquellas que podían herir la sensibilidad del espectador. Cerró en el mes de agosto de 1984 por vacaciones y ya no volvió a abrir, habían transcurrido 40 años de vida activa. Al desaparecer, dio paso a un restaurante y un par de años más tarde a la popular perfumería que existe en la actualidad. 

 

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa