ALGECIRAS (Cádiz) - TEATRO DE VARIEDADES (Incendiado)

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Uno de los primeros locales donde se proyectaban películas del incipiente cine mudo fue en el desaparecido Teatro de Variedades de Algeciras construido en 1881 y situado en el paseo del Calvario, en terrenos del parque de María Cristina, en la actual esquina entre las avenidas de Blas Infante y de las Fuerzas Armadas, donde en los años sesenta se edificó el edificio del Sindicato. Era un sencillo edificio de madera con nave central cubierta por tejado a dos aguas, con ventanas de arcos ojivales donde se realizaban funciones de teatro, ópera y varietés. Su propietaria fue la familia Medina Pérez, procedente de Jimena de la Frontera. En 1901 comenzó a usarse como sala de proyecciones cinematográficas. En el periódico "El África de Ceuta", del 2-11-1901 decía sobre esta última proyección: «El Cinematógrafo Walgraph, propiedad de D. Julio Gómez y del Sr. Cárdenas, no ha dejado nada que desear, tanto por su hábil manejo y la gran colección de cuadros que presentan, todos admirables y en su mayor parte de gran duración." El día de su inauguración como cine permanente en 1909, se proyectaron 4 películas: “Un yerno a prueba”, “El presidio de Tolón”, “La ley del perdón” y “Felicidad por el año".

"La noche del 12 de junio de 1912, se declaró un violento incendio en el antiguo Teatro de Variedades que era propiedad de Manuel Patricio Ragel, (propietario de la 1ª Fábrica de Luz en la Calle Muro nº 1 de Algeciras), y de Arturo Serrano López, (propietario del teatro Infanta Isabel de Madrid). El fuego se inició en la cabina del aparato cinematográfico, que era de madera y estaba a cargo del operador Juanito Ríos, y bien pronto se convirtió en una llama inmensa, propagándose con rapidez a la techumbre del coliseo. Era la última sesión de “cine “ y había escaso público, por lo cual se pudo desalojar el local en poco minutos, sin que hubiera que lamentar desgracias. El conserje del teatro incendiado logró salvar a sus dos hijos, niños pequeños que dormían en un cuarto inmediato. El fuego, favorecido por el fuerte viento que reinaba, arreció en su devastadora obra, consumiendo todo el coliseo."

 

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa