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Son pocos los cines que quedan en la provincia fuera de León y Ponferrada. Sobreviven, sobre todo, por el amor al cine de sus propietarios, herederos de negocios familiares en los que crecieron, escribe Isabel Rodríguez en `ileon.com` en su reportaje Supervivientes rurales del Séptimo Arte. `Ya no venía nadie. Ya sabe usted, la crisis, la televisión, los vídeos... Ahora el cine es solo un sueño`. Fue la respuesta que recibió Totó, el protagonista de `Cinema Paradiso` al volver a Giancaldo -su pueblo natal- y ver que el edificio en el que había crecido contagiado de la magia del celuloide se caía a pedazos. Un sueño que sale caro mantener y que sobrevive en nuestra provincia en localidades contadas gracias al empeño de sus propietarios quienes, como Totó, pasaron su infancia entre películas y hoy se resisten a el fin de la suya propia. En el reportaje se cuentan varias historias, ésta es una de ellas: `A sus 32 años Verónica hace un año y medio dejó su trabajo para regentar ELCINE en Villablino, en contra de las opiniones de la mayoría de amigos. `Decían que era una locura, pero intentamos seguir por la ilusión que conlleva`, comenta. `No es fácil, la población en Villablino ha bajado mucho y digitalizarlo es muy caro`, explica. Su marido y ella trabajan en el cine mientras su hija de cuatro años les contempla sentada en la misma butaca que lo hacía Verónica cuando tenía su edad. ELCINE se abrió en el 94, pero antes de eso sus padres tuvieron el Cine Avenida, abierto en 1980 y cerrado en 1990 en medio del boom de los videoclubs. `Merece la pena, es un privilegio poder mantener un cine en el pueblo, también una cultura. Aguantaremos como podamos`, advierte. Pensamos nosotros que el problema es que en una localidad de 8000 habitantes con la entrada a 4 € y uno menos el día del espectador sus ingresos podrían ser insuficientes para acometer las mejoras que le gustarían, sobre todo el cambio del sistema analógico de 35 mm. al digital, igual que les ocurre a los propietarios de otras salas que probablemente estén mirando hacia los Multicines Coyanza, en Valencia de Don Juan, que reabrieron con el sistema modernizado tras cinco años cerrados.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa