VALENCIA - TEATRO DE LA MARINA (después CINE MAR)‏

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El Cabanyal-Canyamelar es un barrio de pescadores de Valencia situado entre el Grao y la Malvarrosa que durante los años 1836-1897 fue municipio independiente, estando sus calles dispuestas en dirección paralela al mar. La de en medio fue llamada Principal, luego Libertad, después Almirante Mercer y más tarde de la Reina. En el nº 53 fue construido este teatro por algunos hombres de negocios del lugar siendo la cabeza visible Ramón Palau Belenguer. Contaba con un aforo de 979 localidades distribuidas así: 600 de platea, 269 en el anfiteatro del primer piso y 22 palcos de 5 plazas cada uno. La apertura como Teatro de las Delicias se produjo en el mes de julio de 1856, haciendo las delicias de los habitantes del Cabanyal, aunque fue concebido también para atraer a veraneantes burgueses. Iría cambiado de nombre de forma paralela a las coyunturas políticas. En 1864 sufriría un importante incendio y al abrir de nuevo meses después lo haría como de la Reina. En 1874, en plena 1ª República, cuando el Cabanyal contaba con unos 10.000 habitantes, volvió a cambiar de denominación por la de Teatro de la Marina. Aún habría otro cambio años después, esta vez sería Teatro de la Libertad, y finalmente en 1890 adoptaría otra vez el de Marina, ya de forma definitiva. Era el centro neurálgico del ocio y la cultura y lo mismo actuaban compañías de renombre que actores autóctonos. Aquí también llegó a actuar, antes de su definitivo retiro, la actriz Amparo Guillén. Se combinaban toda clase de espectáculos: conciertos, zarzuelas, sainetes, flolklore, varietés... y en el estío contaba con la competencia del Teatro Serrano, situado más cerca de la playa y concebido como un salón de verano por iniciativa de un maestro de obras del Cabanyal que convenció al maestro Serrano para que en los meses de julio y agosto se trasladara a Valencia con su compañía de teatro. A partir del 23 de marzo de 1900 ya se podía acudir al Teatro de la Marina en tranvía eléctrico que había sustituido al de vapor, véase una fotografía alusiva. Y ya va siendo hora de que hablemos de cine. Cuenta nuestro amigo Miguel Tejedor que en 1913 ya se ofrecían sesiones de cinematógrafo como complemento a las obras teatrales que se representaban y al finalizar éstas, siendo recogidas por el publico con entusiasmo. Después y en diferentes temporadas se dieron sesiones de cine. Al iniciarse la guerra civil el Grao-Cabanyal disponía de diez salas de cine: Marina, España, Levante, Benlliure (luego Lírico), Imperial, Musical, Alhambra, Victoria, El Dorado y Escalante. En un par de años desaparecerían las cuatro últimas incorporándose en 1946 Marfil (después Merp) y ya en 1961 Malvarrosa. En nuestra sección de imágenes podemos ver diversos programas de mano que datan de los años 40. Durante los tres últimos el Cine Marina se anunciaba junto al Levante, Marfil y Musical, todos regentados por el empresario Vicente Santonja Tecles. En 1949 vemos que había pasado a estar dirigido por la empresa del Imperial, a la sazón Amadeo Mortes Estrens. Las cosas no iban bien para el viejo local de la calle la Reina hasta que dicho empresario emprendió un año después la remodelación de su interior suprimiendo el escenario, ya en desuso, y dotándole de un nuevo nombre, CINE MAR, para ser dedicado de forma exclusiva a la proyección de películas en sesión doble y continua desde las 4 de la tarde a unos precios al alcance de todos. La riada de 1957 hizo mucho daño a la barriada marinera y en particular al teatro. En noviembre de 1959 se procedió a la reforma y decoración de su fachada en primera planta, dejando las superiores tal y como estaban, ya algo deterioradas. Ofrecemos grabado del mapa del proyecto de obras. Este cine no se anunciaba en los periódicos de la capital, no así en la Cartelera Bayarri, donde vemos que en la semana del lunes 17 al domingo 23 de diciembre de 1962 ofreció su último programa doble con las películas: `Ursus` y `El diario de Ana Frank`. El siguiente que estaba anunciado para los días 24 al 30 era: `Así canta una española` y `El Capitán Fuego`, título éste premonitorio y que nunca llegaría a proyectarse ya que a las 14,30 horas de ese lunes 24, nochebuena para más señas, el Teatro Marina fue pasto de las llamas. Ofrecemos el recorte de prensa que sobre este hecho publicó el diario `Las Provincias`. Posteriormente el edificio fue demolido y en su lugar se levantó en bloque de pisos con el consabido supermercado en sus bajos. Lo podemos ver en la foto que hemos extraído de Google donde curiosamente aparece la casita de una planta con tres ventanas y terraza que antecedía al antiguo teatro. Si no es la original es una copia exacta.

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Según el anuario del cine español 1955-56, el empresario era D. Julio De la Flor Martínez, el aforo era de 900 localidades y proyectaban películas de reestreno en sesión contínua.

Imágenes y textos de Severiano Iglesias.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa