VALENCIA - TEATRO CINE SAGUNTO‏ (después Salón Oasis)

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Nos centramos en el plano facilitado por nuestro amigo Miguel Tejedor con el lugar indicado donde estuvo el Cine Sagunto y que ahora es un bloque de pisos. Este local fue inaugurado en la Plaza de San Pedro Nolasco como Teatro Cine Sagunto en 1913, lo seguro es que un año después ya estaba, y a finales de 1916 presentó la obra de Blasco Ibáñez `La Catedral`. Un año después, una artista novel de la barriada llamada Conchita Piquer actuaría por vez primera en público en este marco, por lo que el lugar cobraría notoriedad a posteriori precisamente por este hecho. En 1919, hubo obras en el local y se prescindió del escenario para dedicarlo por entero al cinematógrafo que era lo que entusiasmaba al público en los felices años 20, cuando todavía se mantenían en este barrio de Sagunto (o Morvedre), algunos artesanos, alfarerías y curtidores que utilizaban el agua de las acequias de Mestalla y Rascaña, que antaño movieron 22 molinos. En `El Mercantil Valenciano` ni siquiera aparece este local de barrio, así que consultado un anuario de empresas el Cine Sagunto desaparece del apartado Cinematógrafos en el año 1946. Y hemos conseguido otros datos esclarecedores al tener la oportunidad de hablar con José Doménech Part, gran pianista, musicólogo y escritor, persona accesible, de mundo, pero nacido en la mismísima plaza donde estuvo ubicado el teatro-cine y que posterior al año citado se convertiría en el Salón Oasis, dedicado a las variedades arrevistadas. Nos cuenta que durante los años 1961-62 presenció allí diversas presentaciones falleras, con sus entretenidos sainetes de Bernat i Baldoví que ponían la nota farandulera en el barrio. Por motivos profesionales, en 1962 tendría que viajar a Venezuela y cuando regresó cuatro años más tarde el local ya había desaparecido y en su lugar, frente al mercado, a la izquierda, estaba terminándose de construir la inmensa mole de pisos que hoy existe. Pero, aún hay más; ha consultado con su madrina, Vicenta Cebriá Crespo, de 82 estupendos años hoy día, quien recuerda perfectamente haber asistido con niños del barrio a ese local en los años 30 y 40 y que había dos zonas (butaca/sillas y general/bancos) separadas por una especie de barrotes altos donde, en mas de una ocasión, alguno de los pequeños se quedaba atorado al querer pasar de una zona a otra. Existía también un mini-primer piso al que se accedía por una pequeña escalera que daba a la cabina del operador y el proyector. Como se aprecia en las fotografías adjuntas, las casas e inmuebles de este antiquísimo barrio hace años que vienen siendo derruidas ante el estado de precariedad que presentan.

Imágenes y textos de Severiano Iglesias.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa