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Más que un cine olvidado este podría ser un perfecto desconocido para la mayoría de los valencianos. Proyectó cine mudo desde los primeros años veinte y su viejo caparazón sólo soporta unas cuantas capas de pintura, conservando su estrecha fachada las alegorías y trazos del diseño Art decó, movimiento que se inició en su época. Está ubicado en el nº 1 de la c/ Organista Plasencia, recayendo otra parte a la de Vicente Lleó, pasando enfrente la c/ Fuente de San Luis. La referencia que utilizaba en su escasa publicidad para situarse en el mapa valenciano era "Cine Valencia (Ruzafa), continuación de calle Cádiz". El local era reducido, de forma triangular (le decían el ataúd), capaz para unos 300 espectadores que se agrupaban con sillas plegables de madera en torno a la pantalla instalada sobre una mampara en la parte más estrecha, lo que es ahora la puerta principal. Por razones de seguridad ya era obligado que la máquina de proyección estuviese aislada del público ocupando un lugar adecuado y protegido al fondo de la sala, donde había un pequeño bar. Alfredo Esteve Moltó era dueño y empresario al mismo tiempo del modesto cine al que acudían gentes de condición humilde, en su mayoría labradores, peones, costureras, sirvientas... Desde sus comienzos el local tuvo que buscarse nuevos recursos para subsistir, de esta manera consiguió entrar en el circuito de locales de baile que llegó a ser extenso. Antes la gente era muy bailonga y disfrutaban al son de los ritmos de la época; tangos latinos, valses, jazz, foxtrot, charlestón... El Valencia era el único cine que figuraba en la lista y generalmente organizaba los "bailes familiares", así se recalcaba, los fines de semana teniendo como principal fuente musical los discos de gramola, salvo excepciones durante carnavales, fallas, pascua y otras fiestas en que resultaba rentable contratar a alguna orquesta modesta. Cerró al poco tiempo de acabar la contienda civil y nunca más se dedicó al espectáculo, albergando entre sus cuatro paredes diversos negocios particulares entre ellos un colegio, taller de maquinaria y otros. El edificio sigue ahí anclado como un barco varado. ***************************************(Del libro CINES OLVIDADOS, VALENCIA, PERIFERIA Y PEDANÍAS, autor Severiano Iglesias Tortosa, Editorial Sargantana, 2016)

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa