VALENCIA - TEATRO CINE NIÑOS DE SAN VICENTE

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El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer estaba ubicado en el chaflán de las calles de Lauria, Colón y Niños de San Vicente –después, Pérez Báyer-. En su libro, "Vivir para ver Cine", Miguel Tejedor cuenta que la primera sesión de cinematógrafo se realizó el 12 de mayo de 1904 en el salón de actos del propio colegio con la proyección del documental "Procesión de nuestra excelsa patrona La Virgen de los Desamparados", realización de uno de los pioneros del cine valenciano, Ángel García Cardona (Wikipedia), quien, a partir de entonces, colaboraría estrechamente en el cine de esta Institución que, al objeto de obtener recursos económicos para el orfanato, decidió hacer las reformas necesarias para instalar allí un cine fijo y abrirlo a un público valenciano ávido de presenciar este nuevo invento. Así, pronto se haría muy popular este local que era conocido como "el cine de los niños". El veterano periodista Rafael Brines hacía alusión a este local en levante-emv.com. "Aún recordamos lo que, para los jóvenes de Valencia, supuso aquel local entre días de asuelto; en la parte recayente a la calle de Pérez Báyer estaba la entrada del que era conocido como «Cine San Vicente», sala para jóvenes, donde se proyectaban películas totalmente autorizadas para menores, pero que servían los jueves por la tarde –cuando no había clases en los colegios- para acudir por un precio muy módico –hoy serían céntimos de euro-. Podía pasarse la tarde; lo mismo los domingos. Los sábados, no, porque aún no estaba implantada la popularmente llamada «semana inglesa», es decir, que la última tarde de la semana había clases y oficinas. Con el tiempo, el amplio patio del colegio se dedicó también a cine como «sala de verano», y allí, a la «Terraza Lauria», ya solían acudir las familias completas, incluso con la cena en bocadillos." El 14 de octubre de 1933 se instaló en el local el cine sonoro y es a partir de esta fecha cuando se convertiría en cine "profesional" con sesiones diarias y programación competitiva, aunque siempre proyectando películas apropiadas para la juventud, censura propia incluida a cargo de los sacerdotes que se ocupaban del cine dirigidos por el director del colegio José Sastre. El local tenía un aforo de 667 localidades, entre las 400 de platea y 267 entre las galerías superiores, disfrutando de su mejor época en la década de los 50. La terraza de verano a la que hace referencia el Sr. Brines, que era el patio de recreo para los niños, fue inaugurada el 25 de junio de 1948 y allí se solía programar la misma película que se había dado por la tarde en el cine cubierto. La cabina de proyección era la misma para ambos cines, para lo cual por la noche se giraban los proyectores, ubicados sobre plataformas con ruedas, hacia la pantalla del cine de verano. En 1961 el recordado Cine San Vicente y la Terraza Lauria cerraron sus puertas y en su lugar el empresario Emilio Pechuán construiría el Cine Lauria, con entrada por la calle Colón. La fotografía que adjuntamos podría datar de 1975, cuando el Colegio benéfico, escaso de medios económicos, desmantelaría por completo todo el complejo que ocupaba en la inmensa manzana, ya descrita al principio, para trasladarse a unas nuevas instalaciones construidas en San Antonio de Benagéber. El cine Lauria también aparece aquí derruido y en un par de años su lugar, en la esquina de Colón con calle Lauria, sería ocupado por una inmensa mole que albergaría a Galerías Preciados (hoy El Corte Inglés). A la izquierda los solares donde, a la par, sería construido el nuevo complejo cinematográfico de Pechuán; las seis salas del ABC Park.

Imágenes aportadas por Severiano Iglesias y Miguel Tejedor. Texto de Severiano Iglesias.