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A finales de 1985 la empresa de exhibición más potente de Valencia, Emilio Pechuán Porres, se hizo cargo de las 4 debilitadas salas del Cine Martí en calidad de arrendamiento o traspaso contemplando el contrato la posible realización de obras. Esta fecha no es segura, pero nos inclinamos por ella ya que en esta época podemos ver en la cartelera `Turia` publicidad conjunta de algunos cines de Pechuán y el Martí. En principio las salas seguirían igual aunque programando filmes de mayor calidad a iguales precios, no obstante y con la idea de captar clientela en 1988 se probaría a programar dos películas por sala, una de riguroso estreno y la otra de reestreno, pero la inercia a la baja resultaría difícil de parar. La familia Pechuán tenía experiencia en cerrar cines por razones empresariales; Lírico (1948) y Coliseum (1972), y su acertada política comercial les había proporcionado un buen número de locales en arrendamiento, Gran Vía, Paz, Oeste, Aula 7... y otros en propiedad como, Rex, Capitol, Serrano, Artis, Tyris, éste instalado muy cerca del Martí. Casi todos ellos todavía tardarían bastantes años en echar el cierre y los últimos ser vendidos proporcionado pingues beneficios. Esta organización estaba muy introducida en el mundo de la distribución de películas, así como también gozaba de experiencia en el tinglado de los llamados `multicines`, no en vano en diciembre de 1977 había construido e inaugurado el ABC Park con 6 de estas salas en el centro de Valencia. La introducción viene a cuento porque Pechuán había visto viable el Martí, pero adaptándolo a las nuevas formas y costumbres que el mercado estaba imponiendo, su pretensión era construir 8 salas en el gran espacio (1 véase foto aérea Google) donde ya existían 4, y para ello se encargó el proyecto a un arquitecto especialista en estas lides, Ignacio Carbonell Conti quien lo llevó a buen puerto, no sin dificultades, y el 7 de junio de 1991 las 4 primeras salas del amplio complejo cinematográfico de la Avenida Reino de Valencia, 29, ya se pusieron en marcha, según anuncio inserto el día anterior en el diario `Las Provincias`. Más tarde se abrirían el resto destacando dos muy pequeñas construidas en un lateral del bajo, entrando por el vestíbulo a la derecha, lugar que antes ocupaba una exposición de automóviles en la esquina de la Avenida con calle Burriana (2), lindando con el Bar Goya. Aún se pueden ver las tres puertas de emergencias y las hemos plasmado en otra foto de Google. En algo más de dos años tendría lugar el estreno de la película que, tal vez, más éxito alcanzaría; `Parque Jurásico`, proyectándose al unísono en las dos salas más grandes del cine en funciones de 4,20, 7,20 y 10,30, al precio de 550/650 pesetas. El inmueble había conservando su pasarela y deslumbrante hall de entrada (3) para seguir acogiendo la prestigiosa `Mostra de Cinema del Mediterráni` con desfile incesante cada año de primeras estrellas del celuloide. En octubre de 1996 se recuerda la llegada de la famosa actriz Lauren Bacall (existe foto), quien presidiría una reposición del recordado film `Escrito sobre el viento`. Casi tres lustros estuvieron funcionando las 8 modernas salas del Martí hasta sucumbir el jueves 13 de enero de 2005, y podemos ver su última aparición en la cartelera del diario `Levante` con las últimas películas programadas esa aciaga jornada. Los cines fueron cerrados ante la incredulidad de muchos, pero la `naranja mecánica` ya no podía exprimirse más. Antes fue el vídeo doméstico y ahora era el DVD el que ponía el cine en nuestra propia casa, las películas de nueva generación ya se vendían hasta con el periódico, vean si no la promoción que hacía a toda página en esas mismas fechas el periódico citado. Previamente la empresa Pechuán ya había liquidado todos sus cines clásicos. Y otros dos datos significativos; al inicio del verano de 2001 los Cines Lys habían inaugurado 14 salas en el centro de la capital. Y las 8 salas de los Cines Aragón, abiertas en 1989, cerrarían en año y medio y otras multisalas lo harían después. A lo visto, este nuevo sistema tampoco parecía ser la solución a la crisis. Desde entonces el complejo Martí permaneció cerrado y a merced de algunos vándalos que terminaron por destrozarlo. En 2011 una publicación valenciana de ocio lanzaría una curiosa iniciativa consistente en adosar pegatinas amarillas a las vallas de estos cines solicitando su recuperación. En la actualidad se encuentran tapiados y sin destino conocido, como muestran algunas fotografías.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa