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Situado en la calle Hernán Cortés, 9, de Valencia, el Metropol fue un cine acabado de construir en plena República, año 1934, según proyecto del prestigioso arquitecto Francisco Javier Goerlich siendo su estilo arquitectónico "art déco" con elementos de racionalismo valenciano. Construido a instancias de Vicent Miquel Carceller, empresario, escritor y editor de la popular revista satírica La Traca, e inaugurado el sábado 27 de octubre de 1934 con la proyección de la película "Compañeros de Juerga", producción sonora USA de 1933, 68 m., interpretada por la famosa pareja cómica Stan Laurel y Oliver Hardy, con Charley Chase, que había sido estranada en Madrid en fecha 01-10-34. En recortes adjuntos del diario Las Provincias se describe la fisonomía del local que contaba con 1200 butacas, 800 de patio y 400 de anfiteatro, y poseía un pequeño escenario para varietés. La gran noticia era que el cine había sido arrendado por la productora Metro Goldwyn Mayer por un periodo de quince años, proponiendo ofrecer estrenos rigurosos y programas notables.

Es uno de los pocos edificios históricos que se conservan en Valencia de tiempos de la Segunda República Española. Cuando Valencia fue capital de la República, intelectuales cómo Miguel Hernández, Ernest Hemingway o Orson Welles se daban cita en el Metropol. Su valor patrimonial e histórico es importante. Su propietario, Vicent Miquel Carceller, sería fusilado por la dictadura en 1940, después de la guerra civil española. En la década de los cuarenta fue gestionado por el empresario Heliodoro Collado. En los años cincuenta pasó a ser gestionado por la familia Fayos que en los años noventa lo convertiría en un popular cine de reestreno con sesión doble, terminando como cinestudio. El 15 febrero de 2001 el local sufrió un grave incendio que lo dejó con importantes daños tras el cual nunca volvió a reabrir.

Desde mediados del año 2017 se desata una viva polémica en Valencia respecto a la intención de sus actuales propietarios de derribar por completo el edificio para edificar un hotel y al hecho de que el ayuntamiento de Valencia, en un inicio, no se oponga al derribo total, no habiendole otorgado el consistorio con anterioridad ninguna protección urbanística al edificio. Distintas asociaciones relacionadas con el patrimonio valenciano, arquitectos y personalidades de la cultura valenciana se oponen públicamente al derribo llevándose a cabo distintas acciones. A día de hoy el destino del histórico edificio es desconocido e incierto.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa