PUERTO DE SAGUNTO (Valencia) - CINE AVENIDA

Más imágenes

El Cine Avenida fue construido por el comerciante saguntino Társilo Caruana Martínez aprovechando un huerto que la familia tenía a las afueras de Puerto de Sagunto. El arquitecto fue el ubicuo Salvador Rocafull, quien diseñó un local relativamente modesto en comparación con los que entonces aparecían en la ciudad, como el Oma o el Begoña. La sala, de una sola planta, tenía un aforo de 982 personas, y fue erigida en la entonces naciente Avenida Hispanidad, s/n (posteriormente nº. 46). El Avenida abrió un 27 de febrero de 1960 en una sesión exclusiva para autoridades. El resto de la ciudadanía tuvo que esperar al día siguiente para disfrutar de la película inaugural: el clásico de Jacques Tati Mi tío.

Puede parecer —para quienes conozcan cómo era Puerto de Sagunto en aquellos años— que el nuevo cine quedaba un poco “desamparado”, alejado del centro de la ciudad y del espacio habitual para salas de espectáculo, pero Társilo tuvo buen ojo al augurar que aquella zona pronto se llenaría de clientes potenciales: no en vano se acababan de construir o se estaban terminando los barrios vecinos Salas Pombo y Churruca (más tarde llegaría Baladre).

Las previsiones del empresario se hicieron realidad y su nuevo cine gozó del favor del público durante una década, llegando a albergar también conciertos de música. Durante los primeros años, el Avenida también tuvo una versión de verano a su derecha, para la que se desplazaba el proyector habitual desde su cabina en el primer piso.

Por desgracia, para finales de los 60 la siempre enojosa televisión ya se había implantado en muchos hogares y se habían creado los dos canales nacionales, por lo que Társilo decidió decir adiós a su negocio. Pero, en esta ocasión, no asistíamos al cierre de otro cine: seis años después, una nueva realidad nacional y la posibilidad de un ofrecer un cine diferente (que, por supuesto, incluía el de destape, o las populares comedias de Esteso y Pajares) propiciaron que el Avenida conociera una nueva etapa de esplendor. En esta ocasión fueron los hijos y el yerno de Társilo (Társilo y Salvador Caruana Puig y Vicente Ferri) los que se encargaron de dirigir el local. Constituidos en la empresa Ferca, los nuevos gerentes incluso asumieron la labor de dirigir otros cines porteños, como fue el caso del Cine Oma, el Parque Victoria y el Terraza Nit durante los años 1981-1985.

Por desgracia, para 1989, la realidad para los cines había vuelto a cambiar, esta vez para mal: nuevos canales de televisión, el vídeo doméstico… El 14 de mayo del citado año, con el programa doble Lo que cuenta es el final Las aventuras del Barón Munchausen, el Cine Avenida nos decía adiós para siempre veintinueve años después de su apertura. Fue derruido tres años después para ceder su espacio a un bloque de viviendas, y nos cuenta Társilo Caruana hijo que su padre llegó a enfermar debido al disgusto de ver su cine demolido. Desde este resumen queremos recordar la iniciativa de este empresario que fue, además, un local muy querido para el abajo firmante.

 

 

 

Colaborador: Luis E. Hernández Agüe