MADRID – MOTOCINE BARAJAS (Primer autocine de España)

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Barajas es uno de los 21 distritos que conforman la ciudad de Madrid y se originó a partir de la Villa de Barajas hasta que se integró en el término municipal de la capital de España el 31-3-1950. En 2017 tenía 46.876 habitantes.

El proyecto de construcción del que fuera único motocine, o autocine, de España se inicia a comienzos de los años 50 por un ingeniero de caminos que había probado por sí mismo las bondades de los drive in estadounidenses, más de cinco mil a mediados de los 50 en aquel país, abriendo el primero el 6-6-1933 en Camden, New Jersey, decidiendo construir, junto a otros técnicos pioneros, un recinto de similares características en un país que empezaba a imbuirse rápidamente de la cultura americana y a resurgir económicamente tras una posguerra de muchas privaciones. La presencia de soldados americanos en Torrejón y el aumento del parque móvil en una ciudad como Madrid parecían augurar el éxito. Según podemos ver en los prospectos de mano que aportamos, estos iban redactados en inglés.

El jueves 17 de abril de 1959 tendría lugar la inauguración oficial del Motocine Barajas, así bautizado, el segundo de Europa y que competía con el construido en Roma si bien, según se reseñaba, los avances tecnológicos del madrileño le hacían muy superior en prestaciones al italiano. Entre ellos estaba la gran pantalla de hormigón curva, cuyas dimensiones eran de 15 metros de altura por 40 de anchura (se conservaría en pie durante bastantes años), y el aparato proyector que tenía la virtualidad de lanzar las imágenes con toda calidad a más de cien metros. Reseñar, asimismo, los altavoces para la audición de la película desde el coche; el sonido se podía regular a voluntad y ofrecían la posibilidad de escuchar la película en su versión original con tan solo mover una palanca. Tecnología punta. El acceso a la explanada de proyección se realizaba desde el punto en el que confluían la, por aquel entonces denominada, autopista de Barajas y el ramal de entrada al aeropuerto, en lo que en la actualidad es el final de la calle Pinos de Osuna. La salida de motocine se realizaba por dos puntos que daban a lo que hoy es la carretera de servicio de la A-II. El Motocine Barajas, donde se dio mucha importancia a la jardinería para hacer la estancia más agradable a los clientes, se extendía sobre 40.000 metros cuadrados y tenía una capacidad para albergar 700 coches colocados en 13 filas que se abrían radialmente desde el vértice, lugar donde estaba la pantalla, a intervalos de 12 metros. La separación entre los coches era de tres metros. Se solucionó el problema de la visión de la pantalla con una nivelación gradual del terreno en ascenso hacia la pantalla que, asimismo, era completada por la existencia de una pequeña rampa en cada fila para que los coches pudieran tener su parte delantera levantada. Existía un graderío en la parte frontal de la pantalla en el que los clientes que asistieran con motocicleta, una vez aparcada en un lugar acondicionado al efecto, pudieran ver el pase de las películas. También tribuna para espectadores no motorizados. Había restaurante-bar.

El 7 de diciembre de 1959 tuvo lugar la última sesión cinematográfica del Motocine Barajas. Durante los escasos ocho meses en que se mantuvo abierto tuvo un éxito relativo para ver películas como La Pícara EdadJubalCenizas Bajo el SolEl Zorro de los Océanos. Sin embargo, el proyecto chocó con las instituciones políticas de su tiempo que no tardaron en tacharlo de inmoral al ser potencialmente un lugar idóneo para comportamientos “indecorosos” al resguardo de la oscuridad de la noche y las capotas de los coches. El recinto sería utilizado durante la década de los sesenta para otras, ya escasas, actividades relacionadas con la industria de la automoción para caer, por fin, a partir de la siguiente en el más completo olvido y degradación que darían pie al actual desarrollo urbano que se levanta a ambos lados de la calle Obenque en el Barrio de La Alameda de Osuna. 

(Fuente: “Barajas, distrito BIC”, basado en Motocine Barajas, sueño truncado de modernidad, de Enrique Armendáriz.)

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa