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El 30 de julio de 1959, el Cinemar abría sus puertas en el centro de la población, calle de Manuel Romano, para presentar a la compañía de revistas de Manuel Paso que en doble jornada puso en escena las obras 'Donoso, no seas celoso' y 'Órdago a la chica'. En el elenco figuraba la vedete Lolita Rivero y el primer actor Rubén García. La fachada del edificio era cúbica y acristalada, muy original. El local, dedicado esencialmente al cine, contaba también con escenario para representaciones escenicas y varietés. En esta localidad ya funcionaba desde 1924 el Teatro Benavente. Para percibir la importancia de aquellas salas, y lo que significaron para el vecindario, recuerda Guillermo F. Buergo que la primera semana de vida del Cinemar, con el cartel de 'no hay entradas', se proyectaron de sábado a domingo las siguientes películas: 'Jubal', 'Las chicas de la Cruz Roja', 'Un crimen por hora', 'Maruzzella', 'Una chica en Chicago', 'Sabela', 'Un ángel pasó por Brooklyn' y 'Las noches de Cabiria'. Tras más de cuarenta años activo el Cinemar, cuyo propietario era Miguel Pérez, decidió bajar la persiana en 2002 pendiente de una sugerente recalificación urbanística.

En 2020 el equipo de gobierno llanisco tenía nuevos planes para el antiguo Cinemar. La idea del cuatripartito era poder reabrir el emblemático espacio, esta vez bajo titularidad municipal y como una especie de palacio de congresos capaz de albergar actos y eventos de todo tipo. Pero el proyecto no termina de cuajar.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa