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En la calle Cristo del Mar, 14, en el Puerto de Xàbia, hace 52 años esta sala de cine abrió sus puertas bajo el nombre La Terraza Jayan que luego se convirtió en Cine Jayan, una de las dos salas de las de antes que sobrevive en la Marina Alta. En Xàbia siempre se conoció como «el cine del Puerto». La hija de la fundadora, Inmaculada Ortuño, y su esposo, Antonio Catalá, son los empresarios y llegaron a regentar cuatro salas: el Central Cinema, en el casco antiguo, el Autocine, un cine de verano en l’Arenal y el Jayan, que además tiene terraza de verano adjunta. Eran los tiempos de la sesión doble. Los cinco hijos del matrimonio, ayudaban en todo: servían palomitas, refrescos e incluso bocadillos y vendían entradas. Pero las salas tradicionales de la Marina Alta fueron cayendo una a una. Los pueblos se quedaron huérfanos de cines. Y es un drama para todos. Este cine ha ido incorporando, no sin gran esfuerzo de sus propietarios, todos los avances tecnológicos. Ahora compagina la proyección digital y la de películas de 35 mm. El futuro es digital aunque la clave es otra. Curiosamente, los estrenos no garantizan una buena taquilla. Son las películas independientes del ciclo `El Seté Segell`, Cine Club que ahora ha cumplido 20 años, y los filmes en versión original los que hacen rentable este cine. Durante tres días a la semana se proyecta una película en inglés y en el paquete se incluye la cena en un restaurante cercano junto con la entrada. El experimento funciona porque en Xàbia más de la mitad de los residentes son extranjeros, en su mayoría ingleses. Esa especialización en el `otro cine` mantiene vivo el Jayán ante la fuerte competencia que ejerce el centro comercial de Ondara. Da gusto ir al cine en una sala con capacidad para 400 espectadores y con una pantalla de verdad. Y en verano, sigue abriendo la terraza, el cine familiar a la luz de la luna todavía tiene tirón. Por suerte, en la Marina Alta aún queda este cine y el de Alfaz del Pi como los de toda la vida.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa