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Los lugares decadentes siguen atrayendo a muchas personas. En este caso se trata de un cine heredero de la primitiva linterna mágica y perdido en este municipio recóndito de la sierra sur jiennense de poco más de 1.800 vecinos que saltó de nuevo a la actualidad a través de medios de comunicación como elmundo.es o ideal.es para contar algo parecido a un cuento de hadas. Inaugurado el 13 de junio de 1949 con la película "Camino de Santa Fe", su propietario, Fermín Murcia Garrido, siempre estuvo tras el centenario proyector Gaumont montando los rollos y evitando desenfoques, así como su hermana Carmen, la taquillera de la sala, ofrecía sus primeras entradas a 3 pesetas, con el tiempo se fueron incrementando hasta las 25. El local, de unas 300 localidades de aforo, también albergó representaciones teatrales y con la llegada de la transición dio cabida a las primeras compañías de revista. Además fue salón de bodas y lugar de celebraciones festivas en momentos puntuales del calendario. Las cintas VHS, los videoclubs y la ingente oferta televisiva vencieron a la agónica actividad de este viejo Cinema que tuvo que cerrar en los fatídicos años 80. El pasado sábado, 13 de junio de 2009, se cumplían los 60 años de su inauguración, por lo que el técnico de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá la Real, Francisco Toro, junto con la heredera del cine, María Teresa Murcia, lo celebraron junto a numerosos vecinos con una jornada en la que se vio la película del debut. A través de una sesión matinal que comenzó a las 12:00 horas, el público se fue uniendo a esta efemérides entrando en el recuerdo. Primero se alinearon para comprar las entradas en la taquilla, donde les esperaba la misma taquillera de siempre, con 60 años más, Carmen Murcia, fue dando las viejas entradas que aún tenían un precio de 10 pesetas. Más tarde, fueron entrando en el ambigú, especie de pequeño bar donde se aún estaban colgados carteles de la época, como el de Sara Montiel en 'El último cuplé' que cosechó grandes éxitos de taquilla, con llegada de autobuses desde Alcalá la Real. Posteriormente, las puertas se abrieron y las cortinas se corrieron y el público entró en la sala de butacas y sillas, algo ajadas por el paso del tiempo, pero con el mismo sabor del esplendor de aquellos tiempos de mediados del siglo XX. Llama la atención la embocadura del escenario, con motivos geométricos de inspiración arabesca y el telón, pintado a mano. Fermín Murcia, dueño del cine, fue el encargado de proyectar un Nodo, para que el público pudiera comprobar el sonido de la máquina de electrodos y visualizar el haz de rayos que convergían en el escenario formando las imágenes que tantos sueños provocaron. Todos subieron a la sala de proyecciones y pudieron admirarla. Incluso se sentaron en los asientos de madera del gallinero y como en aquellos tiempos pretéritos jalearon las acciones de los actores, con golpes dados a las tablas que crujían por el tiempo pasado. Después, la nostalgia se apoderó de todos a la salida. Parte de las fotografías están extraídas del vídeo colgado en YouTube por Francisco Izquierdo. En junio de 2013 el local seguía en la misma situación.

Imágenes y textos aportados por Severiano Iglesias.