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Los orígenes del teatro en Écija se remontan a 1617, año en el que el Cabildo de la ciudad se planteó la necesidad de edificar una Casa de Comedias. Los diputados, nombrados al efecto, compraron unas casas en la “Calle de los Arquillos”, concluyéndose las obras en 1621, siendo necesario efectuar una serie de reformas de ampliación dos años más tarde.

En 1767 el Cabildo propuso la cubrición del patio, obras que finalizaron en 1772. El edificio presentaba similares características a los Corrales de Comedias castellanos, contaba con: 12 varas de alto; tres pisos sostenidos por pilares dobles; armadura de cubrición del patio con vuelta esférica, etc.

En las últimas décadas del siglo XVIII el edificio presentaba un estado casi de ruina debido a la mala situación económica que atravesaba la corporación municipal. Esta situación cambió en 1802 cuando fueron cedidos los derechos del teatro durante 20 años a la Compañía de Diego Millán y Álvarez, a cambio de que se encargasen de la reedificación del inmueble.

A finales del siglo XIX fue adquirido por Baldomero Custodio Fernández, encargándose su hijo y heredero de venderlo en 1927 al industrial José Sanjuan Ariz-Navarreta, convirtiéndose a partir de estos momentos en el Teatro Sanjuan.

Además de espectáculos teatrales y de variedades, este gran coliseo ecijano fue pionero en la exhibición de las primeras proyecciones cinematográficas narradas que llegaron a la ciudad y la aparición del cine sonoro a finales de los años veinte, cuando el empresario cordobés Antonio Cabrera Díaz arrienda el teatro. Coincidiendo con la época dorada del cine, estas proyecciones tomarían cada vez mayor relevancia en la programación. 

Finalizada la proyección del cinta El bailarín y el trabajador, en la madrugada de enero de 1937 el edificio fue destruido por un incendio fortuito que sofocaron soldados de la milicia italiana que durante la guerra civil se encontraban desplegados en el municipio. Inmediatamente después, volvió a ser reedificado por José Sanjuan, quién encarga su diseño al arquitecto racionalista José Granados de la Vega, que ya había intervenido en varios pabellones de la Exposición Iberoamericana del 29 desarrollada en Sevilla.

El actual Teatro Sanjuan abre sus puertas en 1940, con la representación de la zarzuela Luisa Fernanda del compositor Moreno Torroba y bajo la dirección de la Empresa Cabrera. Nueve años después, los hijos y nieto de José Sanjuan constituyen una sociedad mercantil que continuó durante décadas con la explotación de esta sala como teatro y cine, hasta su cierre comercial en marzo de 1984.

Durante aquellos años de esplendor y censura, en la sala, que fue dotada de confortables butacas, sistema de climatización y proyectores Ossa Supersound de 35mm con lentes anamórficas CinemaScope, se estrenaron infinidad de películas como Lo que el viento se llevó, El Padrino, Tiburón, E.T. El Extraterrestre, o las aventuras de Indiana Jones.

Tras funcionar un breve periodo de tiempo como sala "Disco-Teatro", su último propietario y empresario Francisco Carrasco Sanjuan, acuerda la permuta del inmueble con el Ayuntamiento de Écija, quién lo adquiere a finales de los años 80 y realiza las obras de restauración para su uso como auditorio público. 

La última rehabilitación de 1999, con una inversión cercana a los 3 millones de euros, se ha actuado en todo el conjunto de este edificio de unos 2.000 metros cuadrados, donde podemos ver las trazas originales de estilo Art Decó. En la puesta al día del teatro, el estudio de arquitectura "Madero, Oliva y Sanjuan" ha respetado al máximo el estilo de los años treinta con el que se concibió, destacando la volumetría tanto interior como exterior del edificio con su juego de formas rectas y curvas e incluso las barandillas tipo barco.

Colaborador: Francisco de la Matta Carrasco