BARCELONA - WALDORF CINERAMA

En la calle Calabria número 38, muy cerca de la avenida Mistral, se abrió el 8 de diciembre de 1934 una sala cinematográfica construida sobre un proyecto del arquitecto Antoni de Ferrater. El local disponía de un aforo de 2000 butacas y en ese primer día de exhibición presentó un programa triple con los filmes El ídolo de las mujeres, la producción alemana Guerra de valses y la francesa Tratado secreto, esta última de estreno. Acababa de nacer el Cine Mistral. El 20 de junio de 1936, la sala presentó, en sesión de pruebas, el sistema de cine sonoro en relieve de la marca Audioscopick, que venía a ser lo mismo aque hoy conocemos como Dolby. Con el estallido de la Guerra Civil el cine Mistral desaparece de la cartelera de espectáculos y no volverá a salir hasta el 4 de febrero de 1939 con las tropas franquistas ya en Barcelona y con la exhibición de El milagro de la fe, con Silvia Sidney y Chester Morris, y Tres lanceros bengalíes de Henry Hathaway. A partir de entonces el Mistral, dada su proximidad al Paralelo, será algo más que un cine de barrio y continuará su trayectoria hasta el 29 de diciembre de 1962, pocos días después de la gran nevada, que afectó considerablemente la vieja estructura del local. Canción de juventud con Rocío Dúrcal y La venganza de Hércules fueron las últimas películas exhibidas en este cine con el nombre de Mistral. Posteriormente el local derriba y en el mismo lugar se levanta un nuevo edificio de viviendas de 7 alturas y ático, que en sus amplios bajos acogerá el nuevo cine Waldorf. De hecho, el Waldorf es presentado como el tercer cinerama de la ciudad (el Florida y el Nuevo eran los otros dos) y empieza a proyectar películas mediante este sistema. Así pues, el 6 de junio de 1966 el flamante Waldorf Cinerama arranca su historia con la proyección de La carrera del siglo y debuta en la categoría de sala de estreno con todos los pormenores. El 15 de diciembre de 1985, el Waldorf, que ya había perdido la estela de cinerama, es reconvertido por Cinesa en un complejo de cuatro minisales e inicia el último periodo de su historia. A finales de 2003 el cine cerró definitivamente sus puertas. El contrato entre Cinesa y los propietarios del local acababa, las multisalas habían convertido totalmente deficitarias y la empresa de exhibición no quiso ampliarlo. Posteriormente, el ayuntamiento adquirió el local con el objetivo de instalar varios equipamientos. Durante más de siete años el lugar presentó un aspecto de abandono y los graffittis inundaban la entrada del desaparecido cine. Finalmente, el espacio donde estuvo el histórico cine Mistral y después el Waldorf acoge hoy (2012) un centro de servicios sociales para el barrio, un pequeño interior de manzana con juegos infantiles y el Archivo Municipal del Ensanche.

Colaborador: Paco Moncho