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Curiosamente, a lo largo del siglo XX en Albacete capital hubo cuatro salas que llevaron el nombre de Cervantes. El primero de ellos fue el Teatro Cine Cervantes, situado en la calle Mayor, 40, esquina con Tesifonte Gallego y que fue impulsado por el tenor y abogado Eduardo Serna y el arquitecto Daniel Rubio. Aforo de 120 localidades de palco, 430 butacas, 20 sillones y 127 asientos en el anfiteatro principal, otros 20 asientos en la delantera del paraíso -o gallinero- y 250 de entrada general. Se inauguró el 19 de marzo de 1919, con la puesta en escena de la obra de Jacinto Benavente, La propia estimación, a cargo de la Compañía de Felisa Herrero y Pedro Codina. Como cinematógrafo, en los albores de los años 20 ya ofrecía sesiones de cinematógrafo -se apuntó el tanto de estrenar el cine sonoro en la ciudad el 11 de marzo de 1930. El viernes, 10 de enero de 1936, tuvo lugar la puesta en escena de Pluma en el viento por parte de la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. El teatro cerró el 19 de enero de ese mismo año y estuvo abandonado hasta que en 1950 el Ayuntamiento ordenó su demolición por amenaza de ruina.
(Fuente: www.cuentosdecine.es)

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa