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EL Cinema Gran Hotel abrió sus puertas el 10 de septiembre de 1950, coincidiendo con la reconocida Feria de Albacete, como no podía ser de otra forma, un evento de primer nivel que levantó una gran expectación. Aunque fue un proyecto promovido por Mateo Sánchez Rovira, su gestión pasó a la cartera de cines de José Pérez García, que ya, por aquel entonces, explotaba en torno a una treintena de salas en diversas localidades españolas, en especial de Levante. Además dispuso desde 1954 de un equipo panorámico que hizo las delicias del público albacetense.

Fue una sala de primera, fruto del deseo de Mateo Sánchez por dar brillo y esplendor a un edificio, el del Gran Hotel, que desde sus inicios supuso un lujo para esta ciudad, como sucede en la actualidad. El propietario del hotel decidió sumarle un edificio anexo para destinarlo a cinematógrafo. El solar, en plena calle Salamanca, ocupaba una superficie de casi 600 metros cuadrados, pero los arquitectos, siguiendo las indicaciones de Mateo Sánchez, abrieron una puerta por la entonces Plaza del Caudillo, hoy Altozano. Pero además, contaba en el sótano con una sala de fiestas, que albergó establecimientos a lo largo de su existencia como la discoteca Le Parapluie. En cuanto al cine propiamente dicho, constaba de patio de butacas y dos anfiteatros. En total, 472 localidades en la planta baja, 227 en el primer anfiteatro y 226 en el segundo anfiteatro.

La primera película que proyectó la sala fue "De mujer a mujer", de Luis Lucia, un acontecimiento que contó con la presencia de lo más granado de esta capital de provincias, además de algunos personajes de la jet-set española, como los marqueses de Villaverde. En los días previos a la apertura los técnicos apenas pararon para descansar y poner a punto los equipos sonoros Philips, con la asistencia de personal especializado llegado de Madrid. Este cine acogió a lo largo de su historia estrenos mundiales, como la inolvidable "Historias de la radio", de Sáenz de Heredia, en marzo de 1955, y que fue un hito para el recién creado Cine Club Albacete. Y hasta "Amanece que no es poco", de nuestro paisano José Luis Cuerda, el 13 de enero de 1986.

El cine pasó a engrosar la nómina de salas de otro gran empresario de la exhibición cinematográfica, Salzillo, el 2 de diciembre de 1985, que subarrendó el local a la familia Pérez, que a su vez, era arrendatario de Sánchez Rovira. La sala aguantó con notables éxitos hasta 1993, en concreto, hasta el 10 de enero. Y el título de la cinta escogida no pudo ser más premonitorio: "La muerte os sienta tan bien". Y de nuevo, la piqueta que hizo de las suyas en este Albacete nuestro tan injusto, en ocasiones, con su patrimonio.

Extractado de Jose María Fernández en ELCIERREDIGITAL

 

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa